Tras dos años de parón por la crisis sanitaria, la Semana Santa de Jerez comenzaba el pasado domingo bajo la atenta mirada de miles de personas deseosas de volver a sentir y disfrutar de la grandeza que rebosan las hermandades de la ciudad. Dos años durante los cuales hermanas y hermanos han seguido abonando sus papeletas de sitio, sus cuotas y todo lo necesario para que el reencuentro de Jerez con su semana de Pasión fuese, como mínimo, memorable.
Sin embargo, a tenor de lo visto durante estos días en nuestra ciudad, lo de memorable quizás quede grande y roce más bien lo vergonzoso.
Si bien es cierto que algunas hermandades han realizado su estación de penitencia a la altura de lo esperado, otras han tenido verdaderos problemas para llevar a cabo su recorrido. La manifiesta falta de costaleros ha deslucido el paso de varias hermandades y la descoordinación en otras ha provocado que el paso de penitentes y pasos se haya truncado con espacios entre unos y otros que han rozado los 20 minutos en plena carrera oficial.
El propio capataz del palio de la Esperanza Franciscana (Hermandad de las Cinco Llagas), ha reconocido públicamente la falta de costaleros para hacerse cargo de la estación de penitencia del palio del que es responsable. A través de un comunicado que la propia hermandad se ha encargado de hacer público, probablemente para tratar de no asumir responsabilidad alguna en lo sucedido, Alvaro Barba asume como suya la culpa de lo ocurrido en esta Madrugada Santa aunque deja caer que algunos costaleros no aparecieron por “enfermedad por agotamiento por haber cargado días anteriores de la Semana Santa y otros que se quedaron detrás del paso sin querer volver a meterse”.
Las redes sociales, baremo de la opinión pública, alzan la voz criticando la poca edad de muchos jóvenes que se han metido bajo un paso, muchos de ellos de entre 13 y 15 años, que no terminan de entender ni la responsabilidad ni el esfuerzo que supone llevar sobre sus hombros, nunca mejor dicho, el peso de hacer grande el recorrido de un paso por las calles de Jerez. Algunos comentarios en redes son verdaderamente abrumadores y deberían servir para que las hermandades o, en su defecto, la Unión de Hermandades, tomen cartas en el asunto y establezcan los mecanismos necesarios para que esta triste imagen de la Semana Santa de Jerez no vuelva a repetirse.
“Nunca en mi vida he pasado una madrugada con tanto sufrimiento como la de este año ,y a la vez impotencia,no sé si decir vergüenza ajena por el comportamiento de algunos de ellos ,cargar un paso no es fácil y menos un palio ,hay que ser más consecuentes con las cosas que eran críos !!!!”
“sería mejor que los capataces no estuvieran en tantas hermandades, pues eso lleva aque son menos ensayos y menos contacto con las cuadrillas, por que hay que estar con otras. Y en cuanto a los kilos de entrenamiento o ensayos hay que ir metiendo sucesivamente más cada ensayo, para que a la hora de la verdad. O sea en la estación penitencial. los costaleros estén sobrados y den el 100 x 100 en su trabajo. No por que ensayemos menos o cogemos menos kilos vamos a ir más sobrado, el cuerpo hay que entrenarlo, para que responda.”
“tengo entendido que solo estaban 50% de toda la cuadrilla no faltó uno o dos si no que había grandes espacio. Entre unos y otros”
“No suelo hablar por la redes pero voy a comentar una cosita porque lo viví y mi marido se metió ayudar a llevar la virgen a su templo. Habia costaleros detrás de paso que se negaban a meterse eso ya es muy fuerte pero más fuerte es que las personas que venían ayudar pedían las molias y no las prestaban , esas personas por llamarlo de alguna manera no merecen cargar más en ningún paso , no son cofrades merecen un castigo , ya que no puedes o no quieres porque no te da la gana vete pero quedarte con la molia en el hombro y pasearte sin dejar la molia eso no tiene nombre. Y pienso que la culpa es tanto del capataz como de la junta que debería de haber estado enterado que no se ensayaba porque no había gente según nos comentaron los mismos costaleros que sacaron a la virgen. Y cuando se ensayaba sin peso ninguno . Que lástima, que penita de la virgen, no merecía eso después de 2 años sin salir. Se podría haber evitado pidiendo ayuda unas semanas antes. Una lástima.”