Ayer nos hacíamos eco de las deficiencias que el asfaltado “provisional” realizado en Corredera está mostrando tan sólo horas después de su colocación y la caída de las primeras aguas.
Había quien nos respondía diciendo que era un “asfaltado provisional” y que Jerez no se iba a ahogar en un charco. Hoy, tan sólo un día después, ya hay operarios arreglando este desaguisado, lo que supone mayor inversión de medios y personal y un reconocimiento sin reconocer de que el trabajo no se ha hecho bien.
Y es que, que un asfaltado sea “provisional” no justifica que se haga mal. A la vista está: se colocó antes de ayer por la tarde y ya hoy se está arreglando.
Lo de Jerez es un continuo “suma y sigue”. El despropósito y la desidia siguen encumbrando al centro de nuestra ciudad y, por tanto, a gran parte de su tejido comercial y social, a una agonía que no ha hecho más que empezar con una obra que a más de uno y a más de una le traerá verdaderos dolores de cabeza.