Pinturas que conectan con tus cinco sentidos. Eso es precisamente lo que se siente cuando se contempla la colección de pinturas que estos días Lucía López expone en las paredes del Tabanco Las Garrafas, porque cuando te pones delante de sus lienzos y los miras de forma detenida te conectan el sentido del olfato, el gusto e incluso el oído en el caso del lienzo de las damajuanas o el mar tormentoso. En otros como el lienzo de Siempre en compañía, podrás sentir incluso la libertad del aire y el viento.
Unos lienzos realizados con distintas técnicas y que te llevan tanto a dar un paseo por las playas de la provincia, recorriendo todo el litoral gaditano, como a dar una vuelta por el mundo.
La autora Lucía López, una joven jerezana residente en Madrid y una enamorada del mar, licenciada en comunicación y pintora de las emociones, quiere contar a través de estas obras cómo la comunicación entre la naturaleza y el ser humano es real y cuando cautiva y provoca ofrece a quien la admira con actitud positiva abundantes instantes de placer. La conversación entre ambas permite ver que hay otras realidades a nuestro alrededor, más allá, incluso, de nuestros cinco sentidos.
Lucía quiere transmitir en sus lienzos, como esta conexión con la naturaleza nos conecta con nuestro “Yo” auténtico, nos permite comprender ciertas cosas y nos revela cómo vivir desde el corazón y los caminos para ser auténticos, caminos que siempre han estado grabados en nuestro interior pero que hemos olvidado por seguir la evolución de la sociedad actual.
La pintora quiere hacernos comprender la conversación con la naturaleza y lo que esta quiere hacernos percibir, es necesario abrirnos a un nuevo lenguaje posiblemente no humano que nos envía un mensaje a través del sentir. Son muchos los instantes que vivimos que están relacionados con la naturaleza. El olor del mar, las vistas desde una montaña, el aroma del vino, el sonido de las olas, el sabor de una nueva comida al viajar, el tacto de la arena…
Lucía tiene claro e insiste en que si aprendemos a reconocer esa sensación, a comprender, escuchar y respetar a través de la comunicación y la conexión con la naturaleza, también podremos percibir las heridas emocionales que el ser humano lleva en lo profundo y, a veces, bloquean o no dejan avanzar en la vida serenamente. La naturaleza ofrece la oportunidad de ayudarnos y poder curar las heridas emocionales con el fin de encontrar la paz interior para evolucionar en nuestro camino.
Lucía nos comentaba que está muy satisfecha con su colección, muy feliz de poder exponerla y muy ilusionada con hacerlo en su tierra, -“esto como artista es una de las mejores cosas que te pueden ocurrir”-. En este apartado, también destacar la labor que está haciendo Sebastián del Ojo al frente del Tabanco Las Garrafas, que pone a disposición de los artistas las paredes de su local para el disfrute de la cultura. Me parece una oportunidad única que mientras degustas unos buenos caldos de la tierra, una buena conversación con los amigos, acompañado de un selectivo y agradable hilo musical de fondo, pues tengas justo arriba de tu cabeza o pegado a tu espalda un lienzo con una obra de arte. Los tabancos siempre han sido un lugar de encuentros y un lugar donde la cultura, la más identificativa como es el flamenco en nuestra tierra, siempre tuvo su protagonismo y en este caso de Las Garrafas no iba a ser menos, sino que va un poco más allá ofreciendo arte en sus paredes.
Esta artista jerezana, destaca en positivo que poco a poco la actividad cultural se vaya retomando, sobretodo en Madrid, ciudad donde reside, pues tras el parón sanitario va creciendo el número de posibilidades y de poder llegar a más público. Con su ciudad natal tiene el mismo sentimiento, le alegra ver como en Jerez poco a poco la cultura va ocupando mayor espacio y protagonismo, pues es un signo que indica que la ciudad va despertando del letargo post covid. Sueña con volver a exponer en Jerez y sueña con exponer en Madrid y sigue comentando sueños que le quedan por cumplir, como el de venir en mayo a la Feria del Caballo, como el de volver al tabanco sin mascarilla, o el de seguir viajando por el mundo, porque su mayor sueño es lograr hacer lo que le gusta, y todo ello mientas sostiene y saborea una copa de fino.
Lucía López siente la pintura, siente el mar y siente su tierra, a través de su obra conecta con nuestros cinco sentidos, porque tanto Lucía como nosotros sentimos Jerez.
Puedes ver su colección de pinturas y lo que Lucía nos cuenta en el siguiente video, pero mejor visita la exposición para conectar con tus sentidos y vivir con el corazón.