Lo de los protocolos sanitarios en los centros educativos de nuestro país es de guión de película de los Hermanos Marx. Un sin-sentido continuo que exaspera a propios y extraños y que descoloca tanto a alumnos como profesores y familiares.
La parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte…
Vale. Ayer se incorporó un aula confinada en Jerez desde hace dos semanas por un positivo detectado en un centro educativo. Ayer se detectó un positivo en otro centro y, tras aplicar el nuevo protocolo, sólo está confinado positivo mientras el resto de la clase sigue el curso con normalidad
La parte contratante de la segunda parte será considerada como la parte contratante de la segunda parte…
Si hace apenas dos semanas tanto alumnos como familiares de los mismos debían realizarse PCR en masa, ahora no es necesario en la mayoría de los casos. Sólo se someterán a la prueba familiares y los llamados contactos estrechos si se estima oportuno desde el centro educativo
La parte contratante de la tercera parte será considerada como la parte contratante de la tercera parte…
A partir de ahora, el protocolo dictamina que “el periodo a considerar será desde 2 días antes del inicio de síntomas del caso hasta el momento en el que el caso es aislado. En los casos asintomáticos confirmados por PCR, los contactos se buscarán desde 2 días antes de la fecha de diagnóstico”. Esto significa que si un alumno o alumna se realiza PCR y tardan dos días en dar los resultados, nunca habrá positivos en los centros educativos
Y así hasta acabar el contrato…
Un contrato firmado por, se supone, un equipo de profesionales y científicos altamente cualificados y rigurosos en sus análisis y decisiones. Lo único que ocurre es que la rigurosidad de las mismas cambian cada dos días así que, como en la peli “Una noche en la ópera” de los hermanos Marx y su histórica secuencia de la firma del contrato, igual hay que añadir una cláusula sanitaria por si alguna de las partes no está en plenas facultades mentales