Y se fue. Como tantos y tantos que llevaron a Jerez por bandera y la gastronomía en el corazón, Faustino Rodríguez nos deja a los 75 años de edad tras sucumbir ante una enfermedad que ha sido la única capaz de poder más que el hombre de la eterna sonrisa que puso sus alcachofas y su cocina en paladares de todo el mundo.
Y es que Faustino era toda una institución. Ya no sólo por regentar durante años uno de los locales con más historia y solera de Jerez, sino por conseguir darle a las guías gastronómicas un aire jerezano inconfundible sólo al alcance de unos pocos.
La Pescadería Vieja pierde a uno de sus grandes y se queda sin quien ha sido, durante años, testigo de innumerables historias, anécdotas, secretos inconfesables y un pasado que, aunque ha intentando tumbarlo, no ha podido con la energía de quien, aunque alardeaba de no saber cocinar, ha elevado la gastronomía jerezana a otro nivel. Y quienes han tenido la suerte de conocerlo lo saben: Jerez pierde a un hostelero y un señor.
Descanse en Paz