Desde este lunes ha entrado en vigor en Andalucía la obligatoriedad de presentar el pasaporte COVID para poder acceder a locales de hostelería y ocio nocturno. Un pasaporte que, para quienes no lo descargaron antes, se está convirtiendo en una auténtica pesadilla. Y es que desde ayer los fallos en los sistemas del SAS son un continuo. Intentar acceder a un certificado COVID o pedir una cita a través de las plataformas digitales de la Junta de Andalucía es misión imposible.
Si bien es cierto que el número de solicitudes para pruebas PCR, vacunación y/o obtención del mencionado certificado se han multiplicado de forma exponencial, vuelve a quedar patente la falta de recursos con los que cuenta la sanidad pública en momentos tan difíciles como el que estamos atravesando estos días, máxime con las fechas navideñas que están a la vuelta de la esquina.
Por otro lado la situación del hostelero. Muchos pequeños locales, regentados en la mayoría de los casos por una sola persona, no pueden hacerse responsables de pedir pasaporte COVID a todo aquél o aquella que entre en su establecimiento. Y es que difícilmente una sola persona pueda servir un café, atender mesas, controlar quien entra y estar pidiendo pasaportes COVID durante todo el día.
“¿Cómo le pido un pasaporte COVID a un cliente habitual?, ¿y se lo pido también a quien entre pidiendo usar el baño, o a quien esté entrando y saliendo con un niño pequeño?. Es un auténtica locura”, expresa Rafael, regente de un pequeño bar en Jerez.