El número de nuevos contagios, fallecimientos e ingresos en UCI no para de subir. Tras el cierre perimetral de Andalucía y de multitud de municipios de la provincia de Cádiz, lo único que queda para intentar frenar el ascenso meteórico de la curva de la pandemia en esta segunda ola sería el confinamiento total como ya tuvimos en marzo pasado.
Una idea que sólo nombrar provoca escalofríos en el ya maltrecho comercio local de las ciudades y municipios que ven como, si no se pone remedio pronto, están sentenciados a un nuevo cierre que será, para muchos, definitivo.
Y es que países como Francia o Reino Unido ya han optado por esa fórmula y todo hace indicar que España seguirá sus pasos. Esto provocaría que el Black Friday, prevista para el 27 de noviembre, se quedase para muchos comerciantes en Black a secas, ya que un confinamiento total daría al traste con esta fecha tan señalada para las ventas de los establecimientos que ven como las grandes marcas se preparan a toda prisa para el salto al comercio digital, que tan buenos resultados ha dado al principio de esta pandemia, cosa que para el comercio tradicional en general se convierte en tarea casi imposible.
Por si todo esto fuera poco, las grandes marcas ya anuncian que alargarán las fechas de ofertas hasta entrado el mes de diciembre, lo que dificultará aún más la supervivencia del pequeño comercio.