Piano, contrabajo, percusión.. un poco de flamenco, jazz, ritmos tropicales, música clásica e incluso new age…, una pizca de Pat Metheny, Peter Kater, clásicos de jazz.., un mucho de buen hacer y un mucho más de amor por lo que se hace.. Una vez reunidos todos ingredientes, se mezcla bien a golpe de cajón flamenco y se sirve emplatado en piezas musicales entregadas bajo la noche jerezana y a temperatura ambiente…
Así de delicioso y suculento resultó ser ayer el “menú musical” que Dorantes al piano, junto a contrabajo y percusión, ofrecieron anoche a un público deseoso de disfrutar con cada tema, cada nota que el trío de artistas ofreció durante los casi 90 minutos que duró la actuación en el Astoria dentro del Festival Joven Jazz en la Frontera que se celebra este fin de semana en nuestra ciudad.
Que Dorantes es un imprescindible para quienes se consideran amantes de la música es algo innegable y que anoche dio buena cuenta de ello tras un recorrido musical sólo al alcance de verdaderos maestros también lo es. Perfecto en su ejecución, innovador en sus composiciones y valiente en su hacer, el pianista flamenco volvió a demostrar que flamenco, jazz y piano son parte de un mismo todo.
Lo vivido en el Astoria fue un auténtico regalo. Desde el coqueteo con la nostalgia de Batir de alas hasta la pequeña locura musical de La máquina, pasando por el que ya es considerado un himno en Andalucía Orobroy, los tres músicos se fundieron en uno regalando puro sentimiento al público presente. Miradas cómplices, ejecución perfecta y una deliciosa forma de darle a cada instrumento su espacio en cada tema interpretado.
El Festival Joven Jazz en la Frontera ha vuelto a demostrar que la cultura gratuita es posible y que, al margen de fiestas de la bulería o verbenas anuladas, cuando el consistorio confía en el buen hacer de promotores locales como Faro Producciones se pueden llegar a vivir milagros musicales como el vivido anoche.
Desde primeras horas de la tarde el público se congregaba a las puertas del Astoria deseoso de coger un buen sitio y disfrutar al máximo del músico lebrijano. No en vano, estamos ante uno de los máximos exponentes del mundo del piano flamenco, alguien que ha llegado a clausurar el prestigioso Festival de Jazz de Montreal (ahí es nada) y que ha llevado al flamenco, a través de su piano, a todo el mundo.
Atravesando senderos latinos o vertiginosas piezas a golpe de cajón, Dorantes supo llevarse al público con la delicadeza, la calidez y la imaginación propias de un auténtico maestro.