Aunque es imposible recoger todo lo que se hace en nuestra provincia, que por suerte es mucho. Hoy vamos a intentar describir a groso modo que se hace por aquí , en lo que respecta a vino y resumir un poco, sin profundizar, que se hace desde siempre y en este momento. Es decir dar un repaso a todo.
En primer lugar tenemos nuestros vinos tradicionales.
Como sabéis, aunque la zona de producción es amplísima y engloba a numerosos municipios de nuestra zona, la zona de crianza se reduce a las localidades de Jerez, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda. Esto es algo que está apunto de cambiar y localidades como Trebujena, Chiclana y otras , que tradicionalmente son, además de productores criadores de vinos van a ser próximamente englobados dentro de esta zona de producción por el consejo regulador.
¿Qué vinos tradicionales se producen? Pues vinos generosos.
Podemos subdividirlos en varios grupos.
Aquellos que proceden de uva Palomino y han pasado una crianza bajo velo de flor, denominada crianza biológica (Fino y Manzanilla).
Amontillado, con crianza mixta, comenzando con una etapa de crianza bilógica seguida por otra de crianza oxidativa.
El Oloroso, con crianza oxidativa desde sus inicios.
El Palo cortado, con una doble crianza biológica muy corta seguida de oxidativa.
Y nuestros vinos dulces elaborados con las variedades Moscatel y Pedro Ximénez.
Además, tenemos los vinos dulces de licor, el Pale Cream , Cream y Medium que son vinos obtenidos mediante la mezcla o cabeceo de vinos generosos secos con vinos dulces.
Ya hemos hablado de casi todos ellos en alguna ocasión, aunque seguiremos haciéndolo y conociéndolos mejor y mas despacio.
También, hay otros vinos que se han producido tradicionalmente en nuestra zona y no están amparados por el consejo regulador, como son el Moscatel de Chipiona, el dulce de tintilla de Rota o los vinos de Pajarete , entre otros.
Por otra parte tenemos los vinos amparados por la indicación geográfica protegida , o los vinos que tradicionalmente se han llamado, “Vino de la tierra de Cádiz”
Estos también han de cumplir un pliego de condiciones donde se recogen la descripción de los vinos desde el punto de vista de sus características analíticas, sus características organolépticas, las prácticas enológicas específicas, y las restricciones impuestas en cuanto a zonas de elaboración y envejecimiento, rendimiento máximo por hectárea, delimitación de la zona geográfica, …
A esta IGP están adscritos pues los vinos tintos, blancos y rosados que cumplen las condiciones antes citadas. El etiquetado bajo una DO o una IGP garantiza unas condiciones de calidad al consumidor final , que las valora siempre de forma positiva.
Pero Además de esto, nuestra provincia es un hervidero de inquietudes vinícolas, proyectos no adscritos a normas y mentes creativas. Tenemos multitud de bodegas que apuestan por la innovación , que no es lo mismo que la intervención, si no en la mayoría de los casos todo lo contrario, dando a luz proyectos basados en la agricultura ecológica que son innovadores por el uso de técnicas respetuosas con el medio ambiente y constituyen planes sostenibles.
La investigación en cuestiones vitivinícolas también está muy presente, tenemos por aquí Gaditanos de pro, como es Santi Jordi, presidente de la Federación española de enólogos, Willy Pérez, Ramiro Ibáñez… con proyectos que son una pasada. Son lo que se denominan vinos de autor.
También tenemos personalidades foráneas, reconocidísimas en el mundo del vino, que han optado por implementar proyectos en nuestra zona , como Peter Sisseck.
En resumidas cuentas, tenemos vinos de una altísima calidad, para todos los gustos y colores. Con unos vinos tradicionales únicos en el mundo, de prestigio reconocido y características únicas. Y una generación de viticultores, enólogos, bodegueros que está haciendo las cosas de manera excepcional.