La marcha convocada por el sindicato CGT forma parte del plan de movilizaciones, paros y huelgas en contra del cierre de la planta de Puerto Real en Cádiz.
Desde el Gobierno Central a través del Ministerio de Industria se ha avalado la decisión de la empresa y han dado cobertura legal a esta acción patronal. De esta manera a pesar de que el Estado ha invertido enormes sumas de dinero en esta multinacional, en forma de ayudas de todo tipo, se niega a paralizar la destrucción de puestos de trabajo llevada a cabo por Air Bus.
La actitud de los ministros de Unidas Podemos no ha sido diferente a la del resto del Gobierno, sin apenas pronunciarse, cuando es el ejecutivo quien podría dar una solución viable para el conjunto de lxs trabajadores a este conflicto.
Por su parte el papel de los dirigentes de los grandes sindicatos ha sido el de la división y el de intentar negociar un acuerdo por arriba que no cuestionaba el cierre de la planta. Esto contrasta con la enorme disposición a luchar y movilizarse que ha demostrado la plantilla, que aun sin el apoyo y la traición abierta de la mayoría de la representación sindical -CC.OO. y UGT- ha llevado a cabo huelgas y paros y ha hecho de este conflicto un asunto a nivel estatal.
En este sentido hay que destacar el papel de la CGT, que ha sido el único sindicato que ha organizado e impulsado las acciones con las que la plantilla está enfrentando a la patronal, Gobierno y burocracia sindical.
Es imprescindible que desde todos los rincones del Estado arropemos de solidaridad a este conflicto. Si lxs trabajdorxs de Airbus logran romper los planes de la patronal y paralizan el cierre de esta planta puede suponer un punto de inflexión ante los ataques y despidos que en estos momentos está efectuando las grandes empresas.
En la próxima etapa que se abre, la lucha por mantener los puestos de trabajo se convertirá en una de las principales necesidades que tendremos el conjunto de la clase trabajadora, más aún teniendo en cuenta que con toda probabilidad después de septiembre y ante el fin de los ERTEs lo que nos espera es una lluvia de despidos y EREs.
El gobierno “más progresista de la historia” ha dado ya muestras suficientes que ante esta tesitura se arrodillará una y otra vez ante los intereses del Ibex y el núcleo duro del capitalismo español. Son precisamente estas grandes empresas las que desde hace tiempo están llevando a cabo enormes procesos de degradación de las condiciones laborales y despidos masivos, entre los que Airbus es uno más.
Desde la Red de trabajadorxs precarixs nos sumamos a la marcha convocada en Madrid el 11 de junio. Acompañaremos a lxs trabajadores de Airbus desde la planta de Getafe hasta el Ministerio de industria para plantear que es necesario que ante todo intento de cierre patronal actuemos de forma unificada desde distintos sectores para luchar contra estos ataques. También apoyaremos la huelga general convocada para el 18 de este mes en Cádiz. Ese día las reivindicaciones de lxs trabajdorxs de Airbus tiene que ser un clamor que resuene en todas partes.