En el verano de los incendios y el cambio climático en España existe un extraño silencio sobre las colillas que están detrás de la pérdida de decenas de miles de hectáreas de bosque, no solo en 2022, sino cada año. Los medios hablan de rastrojos sin gestionar, maquinaria utilizada fuera de horas y pirómanos, pero apenas se menciona que las colillas están detrás de la pérdida de al menos 20.000 hectáreas de vegetación en la última década y tan solo este año ya van casi 5.000 hectáreas de bosque quemadas por esta causa. Fue un cigarro sin apagar lo que provocó el incendio de Cebreros, Ávila, a mediados de julio, pero está lejos de ser un caso aislado. Solo este año, las imprudencias de los fumadores han causado los incendios de Lagar de la Cruz en Córdoba, San Josep en Ibiza, Zambrana en Euskadi, Cuellar en Segovia, Artega ded Segre en Lleida, A Lama y Vigo Baixo–Miño en Pontevedra, Gibraleón en Huelva, Rubiá en
Ourense y Llancà y Port de la Salva en Girona. La presidenta de Nofumadores, Raquel Fernández Megina, afirmó que “se trata de negligencias perfectamente evitables si se usa la cabeza y se prohíbe y castiga encender un cigarro en todos los parques nacionales y bosques de España. Es inconcebible que, en un contexto de cambio climático, el cual agudiza la posibilidad de incendios no atajemos de raíz este factor porque le venga mal a la industria tabaquera o las autoridades teman la reacción de los adictos a la nicotina que tiran la colilla encendida. Sancionar también es educar”.
Nofumadores ha remitido a la Ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, más de 77.000 firmas, recogidas a través de la plataforma Change.org, con su campaña “Parques Nacionales de España ¡sin humo de tabaco y sin colillas!”, siendo una de las iniciativas más votadas de este año, pidiéndole que lleve al Consejo de Ministros un Real decreto Ley que prohíba fumar en todos los Parques Nacionales de España. Fernández Megina afirmó que “se trata del primer paso para hacerlo en todas las áreas forestales. Así, reduciremos la contaminación por colillas, los incendios, y hacemos patente a la industria tabaquera que no es bienvenida en nuestros Parques Nacionales. No tiene sentido que en zonas en las que está prohibido hacer barbacoa puedas fumarte un cigarro”.
Nofumadores afirma que resulta imprescindible acompañar la protección de los parques nacionales y bosques con la prohibición absoluta de fumar en vehículos. Cada año, el 3.5% de los incendios son provocados por colillas mal apagadas o arrojadas desde los coches. Hasta ahora, tirar una colilla desde la ventana, algo que es una práctica muy cotidiana de quienes fuman en los vehículos, está multado con la pérdida de cuatro puntos de carné y 200 euros de sanción. La presidenta de Nofumadores defiende que “eso no es suficiente, ya que es imposible de controlar y no manda el mensaje adecuado. Es necesaria la prohibición absoluta de fumar dentro de un vehículo tanto por los incendios, como por la contaminación de las colillas que se tiran impunemente, por los menores y pasajeros que lo sufren y por el humo de tercera mano, cancerígeno, que se adhiere a las tapicerías. Lo ideal sería que si la Guardia
Civil viera a un conductor con un cigarro en la mano al volante le cayese la misma multa que si fuese mirando el móvil”
El ejemplo más triste y dramático del impacto de las colillas se produjo en Francia en 1999, en el túnel de Mont Blanc. La imprudencia del conductor de un camión que arrojó una colilla encendida desde la cabina supuso un incendio que acabó con la vida de 39 personas y provocó el cierre del túnel durante tres años, con un coste aproximado de 1.000 millones de euros.
Cada año en España tenemos decenas de incidentes como este, los cuales las autoridades no hacen nada por atajar con medidas educativas como la prohibición de fumar en Parques Nacionales y vehículos que propugna Nofumadores y que sin apoyo institucional ni de medios ha conseguido ya sumar más de 77.000 apoyos. Nuestros bosques no pueden esperar ni un día más a ser protegidos de la industria tabaquera.