Desde que comenzó la crisis desatada por el coronavirus han sido multitud las empresas que han aprovechado la situación para disminuir sus plantillas y rebajar las condiciones laborales. La hostelería, el comercio o el turismo han sido sectores que están en pleno proceso de ataque a sus trabajadores.
Otro de los grandes sectores que ha emprendido el camino de los ERE y despidos masivos es la banca. Desde hace muchos años las grandes entidades financieras iniciaron el proceso de digitalizar lo máximo posible sus servicios y prescindir de buena parte de su plantilla. De esta manera el cierre de oficinas y ha sido una constante en este periodo. Lo cual conllevaba que la plantilla de este sector haya estado menguando permanentemente.
La patronal bancaria lo ha hecho no renovando la plantilla con los puestos vacantes que iban dejando las jubilaciones y con ERE que de manera más o menos negociada con las burocracias sindicales.
Sin embargo lo que ha cambiado en estos últimos meses es que los grandes bancos han puesto el acelerador despidiendo a un número considerable en el último periodo y con ERE unilaterales sin ni siquiera el acuerdo con los sindicatos y sin si quiera tratar de venderlos como algo voluntario.
De esta manera según informa el diario Publico, uno de cada diez trabajadores, alrededor de 17000 empleados, habrán perdido su puesto en este sector. Entre los ERE que más polemica han levantado están los de CaixaBank y BBVA.
Pero no solo están produciéndose en estos bancos. El Santander ya anunciado que durante este año va implementar un ERE. Otros muchos han rebajado considerablemente su plantilla.
Al mismo tiempo lxs trabajadorxs que continúan en la plantilla denuncian que sus condiciones laborales se han ido deteriorando, ya que la carga de trabajo es mayor y el servicio de cara a los clientes es mucho peor.
La patronal de este sector, uno de los puntales del núcleo duro del capitalismo español, goza de la abierta colaboración por parte de las autoridades administrativas y los gobiernos, incluido el central. Incluso a pesar de que todos estos despidos y ERE terminan teniendo un alto costo para la administración publica y en muchas de estas entidades el Estado goza de participación directa, el Gobierno ha dejado las manos libres para que se produzcan estos ataques.
Sin embargo la plantilla de muchos de estos bancos ha mostrado predisposición a resistir y luchar, y trabajadrxs como los de CaixaBank han protagonizado ya varias jornadas de huelgas y paros parciales. Como consecuencia de esto los directivos de CaixaBank han tenido que retroceder y dejar el Erte en alrededor de 6000 empleados, lo que supone cerca de 2000 mil despidos menos de lo que inicialmente se proponía. Esto supone un triunfo todavía muy limitado para frenar la sangría de puestos de trabajo, pero muestra que puede surgir una dinámica de pararles los pies a la gran banca.
Es necesario rodear de solidaridad estos conflictos que están protagonizando lxs trabajadores de estas entidades financieras, porque si logran una victoria ellos probablemente el resto podamos afrontar en mejores condiciones la oleada de despidos que preparan los grandes capitalistas para descargar la crisis sobre nuestras espaldas.