Si bien la aprobación de la contratación para la nueva web del Congreso se remonta a 2017, no ha sido hasta tres años después que se ha puesto en marcha. Un suculento pastel que se llevó el Grupo Corporativo GFI Informática SA y al que se presentaron otras empresas como Indra, El Corte Inglés o Everis, entre otras.
Según se publicó en el BOE en su día, el coste de la nueva web incluye “los servicios y bienes necesarios para el desarrollo de una nueva página web para el Congreso de los Diputados, incluyendo la herramienta de gestión de portal y contenidos web, así como la infraestructura de servidores necesaria para alojar los entornos de desarrollo, preproducción y producción de la página”
Mucho hábito para tan poco monje
Quienes conocen el mundo del desarrollo web muy probablemente se echen las manos a la cabeza por tal descomunal montante para una web institucional, aunque bien es sabido que es muy fácil disparar con pólvora ajena…