Ecologistas en Acción denuncia públicamente la vergonzosa situación de algunos caminos públicos del municipio, donde personas incívicas se dedican a verter todo tipo de residuos.
Un ejemplo de esta lamentable situación es el Camino de Pinillos, convertido en un escaparate de todo tipo de residuos. Allí se acumulan, escombros, restos de carrocerías de coches, muebles, neumáticos, y hasta uralita (fibrocemento), un peligroso material altamente cancerígeno.
Pero desgraciadamente esta situación se repite en numerosos puntos de la ciudad, especialmente en áreas naturales y próximos a diseminados. Así, caminos rurales, vías pecuarias, parcelas abandonadas o espacios públicos, son víctimas del comportamiento incívico de algunas personas, con el consiguiente deterioro de nuestro entorno.
La Sierra de San Cristóbal, Las Beatillas, el Aqualand, la carretera de El Portal, la cantera Minervo, la Cañada del Verdugo, la Vereda Herrera, el Pinar de Gargallo, los polígonos industriales de San José y El Palmar, Los Almendros, la antigua alcoholera, La Florida o la carretera del Casino, son sólo algunas de las zonas en cuyos entornos aparecen vertidos incontrolados de escombros y desechos.
Ecologistas en Acción en colaboración con numerosos ciudadanos, ha elaborado un mapa con los principales puntos de vertidos incontrolados, visualizando este grave problema medioambiental, habiéndose inventariado hasta la fecha cerca de 50 puntos.
Es evidente que no se puede poner un guarda en cada camino, pero se echa de menos una mínima vigilancia en los caminos públicos. Si se identificara a algunas de las personas que sin escrúpulos vierten todo tipo de residuos, y se sancionaran con ejemplaridad, seguro que el problema se reduciría.
Y a pesar de la existencia de un punto limpio de carácter gratuito para su depósito y adecuada gestión, numerosas personas faltas de civismo, optan por su vertido al medio natural, conscientes de la impunidad con que lo hacen, siendo necesaria no sólo la actuación de las administraciones públicas para su control, sino también la colaboración ciudadana para su denuncia.
Pero de especial gravedad son los vertidos de neumáticos, que por su volumen deben proceder de algún taller, y de uralita, que deben ser retirados por gestores autorizados. Parece que hay quien piensa que abandonarlos al aire libre es la opción más barata. Si los sancionaran con dureza, esta percepción cambiaría.
Por eso solicitamos al ayuntamiento que ponga en marcha un plan de inspección y limpieza para identificar a algunas de las personas que realizan estos vertidos ilegales, y que la sanción que se les imponga sea lo suficientemente disuasoria para que se elimine esta práctica lamentable.