El Consejo de Gobierno ha acordado inscribir, a instancias de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Zona Arqueológica, el yacimiento denominado Mellaria, en Tarifa (Cádiz).
Se trata de un yacimiento pesquero donde se ubicaría una relevante factoría de salazones en uso desde época púnica (siglos IV y III a.C.) relacionada con el asentamiento púnico-romano de Mellaria, una ciudad que se conoce desde la Antigüedad por ser un importante punto de referencia en la ruta costera que llevaba a Kalpe (Gibraltar) y a Tingis (Tánger), además de ubicarse entre las ciudades de Baessippo (Barbate), Baelo Claudia (Bolonia) y Tingitera (Tarifa).
Las referencias clásicas se remontan a Plinio el Viejo, Estrabón, Pomponio Mela o Plutarco, así como el itinerario de Antonino, donde aparece como mansión de la vía costera entre Carteia y Baelo Claudia.
El enclave, situado en la ensenada de Valdevaqueros, se ubica al margen oeste de la desembocadura del Arroyo del Valle y a escasos metros de la línea costera litoral que, además, le sirve de límite por el sur. De forma generalizada se encuentran abundantes restos cerámicos constituidos fundamentalmente por material latericio (tégulas, ladrillos y tejas), material anfórico y cerámicas comunes. En el yacimiento destaca un importante conjunto de estructuras emergentes diseminadas por toda su área, donde puede apreciarse un interesante conjunto de piletas de salazón que, debido a la acción antrópica y del mar, ha perdido la mayoría del revestimiento del opus signinum.
Precisamente debido a la afectación por agentes meteorológicos y la acción antrópica, la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico protege con la máxima figura de protección este yacimiento, donde, en una pequeña elevación cercana, destaca una superficie con una potencia arqueológica superior a los tres metros. En sus perfiles se aprecian restos de estructuras, adobes y abundante material cerámico.
En la zona más alta se encuentra una estructura funeraria tardorromana, sin restos óseos en su interior, fechable entre los siglos V-VII. Puede verse también gran cantidad de material arqueológico mueble, sobre todo cerámico, como el formado por materiales constructivos (tégulas, ímbrices, ladrillos, opus…) y recipientes (ánforas, cerámica común, sigilata…). El enterramiento está formado por sillares de piedra ostionera y jabaluna y, por su tipología, podría tratarse de un enterramiento tardorromano similar a los existentes en la cercana Baelo Claudia.