Pues sí. Es hora de plantearse si las autoridades sanitarias se han equivocado a la hora de confeccionar sus más que cuestionables medidas de seguridad y prevención ante la pandemia en la que nos encontramos inmersos. Cientos de pequeños establecimientos cerrados por positivos entre sus empleados, numerosos colegios, guarderías e institutos con clases confinadas, aumento del número de contagios a nivel nacional…. y las grandes superficies y supermercados de blanco inmaculado.
Que cierren establecimientos con apenas tres o cuatro trabajadores porque se detecta un positivo y que, sin embargo, las grandes cadenas de supermercados no detecten ni uno es, cuando menos, llamativo. Ante esta tesitura se nos presentan dos opciones: irnos a vivir al Mercadona, Carrefour, Corte Inglés, Día, Aldi… porque parece que están protegidos por algún “escudo infalible anti-COVID” o pensar que algo raro pasa porque no es de recibo que ningún centro se vea obligado a poner a sus trabajadores/as en cuarentena por COVID.
Quizás la imaginación corre más que la razón, pero lo cierto y lo fijo es que, antes de poder darle una razón coherente a este llamativo hecho, la imaginación adelanta por la derecha y se pone a lanzar hipótesis en las que intereses económicos juegan un papel bastante importante por no decir fundamental.
¿Cuánto dinero cuesta cerrar un supermercado?, ¿cuánto un pequeño establecimiento?… no hay que ser ingeniero en telecomunicaciones para hallar la respuesta correcta. Y por otro lado a nivel meramente estadístico, ¿qué probabilidad hay de que se detecte un positivo en una plantilla de decenas de personas frente a un pequeño establecimiento de tres o cuatro trabajadores/as?. Cuando se obtiene la respuesta cuesta que la razón encuentre un argumento válido para defenderse ante la acusación de que hay algún interés oculto en que un supermercado no cierre sus puertas.
Y si resulta que verdaderamente ningún trabajador y/o trabajadora de cualquiera de estas marcas ha dado postivo haciendo que sus compañeros de trabajo entren en cuarentena que perdonen mi ignorancia y que, por favor, se dirijan a las autoridades sanitarias para explicarles cómo lo hacen. Sin duda, ayudarían de sobremanera a la recuperación económica de nuestro país y, de camino, a no encontrarnos más tiendas de barrio, restaurantes y pequeños establecimientos cerrados por confinamiento de sus trabajadores.