Una de las poderosas razones de la OTAN y EE.UU para su ofensiva en Ucrania es impedir que los países de la UE accedan al gas ruso. La no puesta en marcha del gaseoducto Rusia-Alemania a través del Báltico, dejó a los germanos con la miel en los labios, ya que su obra está terminada y solo faltaba apretar el botón para el suministro. Esto supondría para la población del norte de Europa un respiro en plenas olas de frío. Por eso, Scholz y el ex canciller Schroeder, no dejan de reunirse con Putin para más allá de los gestos belicistas que obliga la OTAN, conseguir el gas.
El gobierno español no, pese a que Marruecos cortó uno de los canales del gas procedente de Argelia, España se ha mostrado pro- OTAN y EE.UU pensando en ser un socio fiel, aunque haya tenido que comprar gas -casualmente a EE.UU- a un precio muy superior al ruso. Según los datos de GasIndustrial, el precio del gas natural licuado que llegó desde Estados Unidos a España hace unos días se pagó de media a 53,88 euros/ MWh mientras que el proveniente de Rusia lo hizo a 38,42 euros/ MWh, un 40% menos. El incremento se debe, aparte de los beneficios de las empresas gaseras, al transporte de buques metaneros que los Naturgy e Iberdrola contratan.
EE.UU llama a eso un gesto de amistad, para que los países de la UE no se vean afectados por falta de energía e impedir así una crisis social ante el posible descontento.
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