La provincia de Jaén, conocida como el corazón de la producción de aceite de oliva, está lidiando con una escasez sin precedentes de este alimento básico de la dieta mediterránea. La sequía y las malas expectativas para la próxima campaña han llevado a una disminución significativa en la producción, lo que a su vez ha resultado en un aumento en los precios que los consumidores finales deben pagar, con el aceite de oliva virgen extra rondando ya los nueve euros por litro.
Esta subida de precios ha generado preocupaciones en el sector agrícola y en los consumidores, ya que el aceite de oliva es un componente esencial en la cocina mediterránea y en la cultura gastronómica de todo el país.
El secretario general de COAG Jaén, José Luis Ávila, expresó su preocupación por la situación actual de precios, calificándola como perjudicial para todos los involucrados en la cadena de suministro. Ávila señaló que los productores han vendido el aceite a lo largo de la temporada y que no ha habido especulación con el producto por parte de la producción. La salida continua de aceite al mercado a lo largo de la campaña demuestra la gravedad de la escasez del producto.
La falta de aceite en manos de los productores es evidente, y Ávila destacó la urgencia de aprender de esta situación y tomar medidas para evitar que se repita en el futuro. Además, resaltó la importancia de herramientas que permitan una mejor planificación y estabilidad en los precios del aceite de oliva, un alimento que va más allá de la mesa, ya que es fundamental para la salud y forma parte integral de la dieta mediterránea.
El impacto en el consumo interno de aceite de oliva es evidente. Un estudio realizado por la Universidad de Jaén y su Observatorio de Consumo revela que el consumo interno de aceite de oliva ha caído más del 50 por ciento durante el primer semestre del año. La peor cosecha en décadas y la subida constante de precios han llevado a los consumidores a ajustar sus hábitos de compra y consumo.