19yo Christian Hall needed HELP. On 12/30, he experienced a mental health crisis and @PAStatePolice were called to assist. Instead of helping Christian, deputies fatally shot him with his hands raised. This is NOT how cops should handle mental health crises! #JusticeForChristian pic.twitter.com/QVDggTq44u
— Ben Crump (@AttorneyCrump) February 3, 2021
La familia de un joven con problemas mentales, que fue asesinado por la Policía de Pensilvania cuando estaba desarmado, exige una respuesta a las autoridades.
Benjamin Crump, abogado de derechos civiles, que también era el representante de la familia de George Floyd, compartió el pasado 3 de febrero un vídeo viral en su cuenta de Twitter, en el que se observa cómo un agente del orden de Pensilvania dispara contra un joven de 19 años, identificado como Christian Hall.
Conforme a medios locales, Christian fue asesinado el pasado 30 de diciembre por varios agentes de policía, que le dispararon mientras se encontraba en un puente de la ciudad de Hamilton.
No obstante, tras su muerte en un hospital, las autoridades policiales emitieron un comunicado en el cual anunciaron que la víctima portaba un arma de fuego cuando fue abatida. Además, reclamaron en su propia versión de los hechos que, al principio, Christian dejó caer su arma cuando así se lo ordenaron los policías, pero luego decidió no cooperar, y volvió a tomar el arma y les apuntó, razón por la cual, se vieron obligados a abrir fuego.
Esta versión dada por la Policía contradice las imágenes que recoge el vídeo divulgado en las redes sociales, pues en las mismas se ve claramente que el joven en cuestión fue blanco de los disparos cuando tenía las manos en alto.
“Él necesitaba ayuda”, dijo Fe Hall, madre de Christian, para luego añadir que su hijo “estaba buscando ayuda, pero en lugar de obtener ayuda, fue asesinado por aquellos que se suponía que debían ayudarlo”.
Por su parte, Crump dijo en su tuit que Christian estaba experimentando una crisis y, además, se supone que estaba pensando en suicidarse. “Christian Hall necesitaba una mano amiga, pero, a cambio, recibió varios disparos mientras tenía las manos en alto”, denunció.
La familia del joven y sus abogados pidieron al fiscal general de Pensilvania que investigue este caso. Sin embargo, cabe indicar que los policías involucrados en su asesinato han regresado recientemente al trabajo y la Fiscalía General dice que no ha recibido solicitud alguna para iniciar pesquisas.
La brutalidad de la Policía de EE.UU. ha suscitado críticas de diversas organizaciones de derechos civiles, que aseguran que la comunidad afrodescendiente es blanco de una grave e incesante ola de abusos, en la que los agentes del orden público están involucrados. Es más, la violencia policial ha convertido EE.UU. en escenario de masivas protestas.
(Con información de Hispan TV)