La compañía ya ha comunicado a sus 3.800 riders y a sus 113 empleados el inicio del periodo de consultas para realizar un ERE. Se excusa en supuestas dificultades para la viabilidad de su negocio en el país, tras no alcanzar el rendimiento esperado. Esto no es cierto. Shu, el director ejecutivo de Deliberoo, afirmaba en marzo que la crisis sanitaria había dado un gran impulso al sector “hemos visto un fuerte comienzo de 2021 y solo estamos en el comienzo de un viaje emocionante en un mercado de entrega de comida a domicilio todavía incipiente, en rápido crecimiento y lleno de oportunidades”.
A pesar de su incremento de beneficios en el último tiempo, este viernes la compañía ha comunicado que “alcanzar y mantener una posición de mercado de primer nivel en España requeriría un nivel de inversión muy elevado con un rendimiento potencial muy incierto a largo plazo que podría afectar a la viabilidad económica del mercado para la empresa”. La empresa de delivery, participada por Amazon, detalla que España representó menos del 2% del valor bruto de las transacciones (GTV) de Deliveroo en el primer semestre de 2021. El cese de operaciones de Deliberoo coincide, asimismo, con la entrada en vigor de la Ley Rider conquistada por la lucha de sus empleados.
La empresa busca más beneficios a costa de destruir las condiciones laborales de sus trabajadores. Desde Deliveroo afirman que “la propuesta de poner fin a las operaciones en España refleja la intención de la empresa de centrar las inversiones y los recursos en los demás mercados en los que opera, continuando con el crecimiento de su red de consumidores, de socios de restaurantes y supermercados, así como de riders, y ampliando su cuota de mercado tanto en nuevas ciudades como en ciudades en las que ya desarrolla su actividad”. Para ello la empresa despedirá a sus más de cien empleados y echará a la calle a sus casi 4.000 falsos autónomos.
Con esta decisión la empresa trata de amenazar la propia Ley Rider. Sin embargo, no es cierto que dicha ley ponga en peligro el negocio del delibery, como claman interesadamente muchos liberales. Deliveroo opera en 12 mercados de todo el mundo, y la gran mayoría del GTV de la empresa procede de mercados en los que Deliveroo ocupa la primera o segunda posición. En España, donde compite con Glovo, Uber Eats y Just Eat, la compañía ocupa el tercer o cuarto puesto, dependiendo de las ciudades. La decisión de salirse del país es fruto, por tanto, de la propia estrategia empresarial de Deliveroo, que sabe que tiene más márgenes de beneficio en países donde copa cuotas de mercado más ventajosas.