Según Amnistía Internacional, Amazon “socava los intentos de su personal de sindicarse y negociar colectivamente, incluso a través de una vigilancia exhaustiva en Estados Unidos y de amenazar con acciones judiciales en Reino Unido, y no ha abordado asuntos clave de salud y seguridad en Polonia y Francia”. El informe no ha analizado la situación de la compañía en España. Sin embargo, la portavoz de la organización, Cecilia Denis, asegura que “lo que vemos es que la forma de actuar en los países investigados muestra una cultura corporativa que puede ser extensible a otros países, incluido España”. Denis añade que tienen conocimiento de la denuncia presentada por diferentes sindicatos ante la Comisión Europea por precisamente falta de libertad sindical, también en las plantas españolas.
En el informe de Amnistía Internacional se asegura que “las personas que trabajan para Amazon están corriendo grandes riesgos en materia de salud y seguridad desde el inicio de la pandemia de la Covid-19, pero su capacidad de denunciar y negociar colectivamente está sometida a presiones por parte del gigante del comercio electrónico minorista”.
En un comunicado, Barbora Cernušáková, investigadora y asesora de Amnistía Internacional, asegura que “es alarmante que Amazon haya tratado de forma tan hostil sus intentos de sindicarse”. En el informe se añade que la empresa afirma que respeta el derecho de sus trabajadores y trabajadoras a unirse y formar sindicatos.
La compañía señaló la presencia de sindicatos como un factor de “riesgo” en sus informes anuales del 2018 y del 2019, y en un vídeo de formación del 2018 aconsejaba al personal directivo estar atento a las “señales de alarma” sobre actividad sindical, afirma el informe.