El Día Mundial del Riñón regresa todos los años. En todo el mundo, cientos de eventos se llevan a cabo desde proyecciones públicas en Argentina hasta maratones de Zumba en Malasia. Lo hacemos todo para crear consciencia. Consciencia sobre comportamientos preventivos, consciencia sobre los factores de riesgo y consciencia sobre cómo vivir con una enfermedad renal. Hacemos esto porque queremos salud renal para todos.
El Comité Directivo del Día Mundial del Riñón pide la inclusión de la participación en la vida como un enfoque clave en la atención de los pacientes que viven con enfermedad renal crónica (ERC) y como un elemento fundamental para lograr el objetivo final de vivir bien con la enfermedad renal.
Además, los pacientes con ERC y sus familiares u otros cuidadores deben estar capacitados para lograr los resultados de salud y los objetivos de vida que sean significativos e importantes para ellos. Esto requerirá que los pacientes comprendan su función, que tengan los conocimientos necesarios para poder interactuar con los médicos en la toma de decisiones compartida, así como que desarrollen las habilidades y el apoyo para una autogestión eficaz.
El 10% de la población mundial está afectada por enfermedad renal crónica (ERC)
Más de 2 millones de personas en todo el mundo reciben tratamiento con diálisis o un trasplante de riñón
Muchos más necesitan tratamiento pero no lo reciben
Además, abogamos por una asociación fortalecida con los pacientes en el desarrollo, implementación y evaluación de intervenciones para entornos de práctica y políticas que permitan a los pacientes vivir bien. Esto debe estar respaldado por una comunicación coherente, accesible y significativa.
También pedimos un mayor énfasis en un enfoque basado en fortalezas que abarque estrategias para apoyar la resiliencia del paciente, aprovechar las conexiones sociales, generar conciencia y conocimiento del paciente, facilitar el acceso al apoyo y establecer la confianza y el control en el autocuidado.
Hacemos un llamado para un manejo de síntomas más efectivo, más integrado y holístico para todos los pacientes con enfermedad renal más allá de las terapias renales tradicionales, incluidas estrategias efectivas para identificar y manejar los síntomas que causan sufrimiento, como dolor, problemas de sueño, ansiedad, depresión, estrés, movilidad, fragilidad y otros y piden más educación y estrategias de manejo para aliviar estos síntomas, de modo que los pacientes y sus cuidadores puedan tener una mejor calidad de vida relacionada con la salud.
Debemos ir más allá del “status quo” y avanzar en el enfoque centrado en el paciente en la investigación, la práctica y las políticas. El empoderamiento del paciente, la asociación y la mejora de las comunicaciones, combinados con un cambio de paradigma hacia un enfoque de la atención basado en las fortalezas, pueden inspirar confianza y esperanza en los pacientes de que pueden vivir bien con la ERC.