La Sra. Ayuso del P.P y Vox, apoyados después por Casado y Aznar, han criticado al Papa Francisco por haber pedido perdón por los “pecados personales y sociales cometidos en el pasado que no contribuyeron a la evangelización”. Parece que quieren negar lo evidente.
El catedrático de la Universidad autónoma de Barcelona, Antonio Espino López, en su libro La conquista de América: Una revisión crítica (RBA Ediciones), propone una mirada sin prejuicio sobre la colonización hispana. Y lo cuenta así:
Masacres, asesinatos, amputaciones de manos y pies, heridas curadas con aceite hirviendo, violaciones… semejantes crímenes parecen sacados de una mente perturbada. Sin embargo ésto era el día a día en las batallas que tuvieron lugar durante la conquista de América. Un periodo de nuestra historia que tiende a mitificarse obviando sus pasajes más oscuros.
En su obra, Espino se sirve de los testimonios dejados en las numerosas crónicas de Indias para describir con precisión las armas, tácticas, batallas y sangrientas prácticas que ‘héroes’ como Hernán Cortés llevaron a cabo. (El Confidencial: https://www.elconfidencial.com/cultura/2013-10-12/ejecuciones-mutilaciones-violaciones-asi-fue-la-conquista-de-america_40390/)
Otras fuentes estiman que en el siglo XVI los españoles y los portugueses consiguieron, sin cámaras de gas ni bombas, hacer desaparecer entre 65 y 150 millones de indígenas en América latina. (Fuente: Telesur)
Pero ¿Cuáles han sido las palabras del Papa que tanto han indignado a la derecha y ultraderecha española? Éstas son las palabras textuales dirigidas a los obispos mexicanos con motivo de los 200 años de la independencia de México y que tanto les han indignado:
“Para fortalecer las raíces es preciso hacer una relectura del pasado, teniendo en cuenta tanto las luces como las sombras que han forjado la historia del país. Esa mirada retrospectiva incluye necesariamente un proceso de purificación de la memoria, es decir, reconocer los errores cometidos en el pasado, que han sido muy dolorosos. Por eso, en diversas ocasiones, tantos mis antecesores como yo mismo, hemos pedido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización”. (Septiembre de 2021)
¿Han leído nuestros políticos estas palabras del Papa? Los obispos españoles piensan que no y por eso le aconsejan que las lean, porque no hay motivo para el escándalo.
Creo más bien que a ellos no les gusta este Papa. Les gustaban más los anteriores. Pero de ahí a atacarlo sin motivo, creo que no hay derecho.
Porque esos papas anteriores, que a ellos le gustaban más, pidieron perdón de modo mucho más explícito que lo ha hecho ahora Francisco, quien, por otra parte, ya había pedido perdón en Bolivia más abiertamente en 2015 cuando afirmó:
“Pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia, sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América”.
Juan Pablo II en República Dominicana en 1992, mensaje a los indígenas del continente latinoamericano diría:
¿Cómo podría olvidar en este V Centenario los enormes sufrimientos infligidos a los pobladores de este Continente durante la época de la conquista y la colonización? Hay que reconocer con toda verdad los abusos cometidos debido a la falta de amor de aquellas personas que no supieron ver en los indígenas hermanos e hijos del mismo Padre Dios.
Y Benedicto XVI de vuelta de su viaje a Aparecida (Brasil) en 2007:
“El recuerdo de un pasado glorioso no puede ignorar las sombras que acompañaron la obra de evangelización del continente latinoamericano: no es posible olvidar los sufrimientos y las injusticias que infligieron los colonizadores a las poblaciones indígenas, a menudo pisoteadas en sus derechos humanos fundamentales”.
Curiosamente no dijeron nada estos políticos cuando los papas anteriores pronunciaron estas palabras. Ahora, con Francisco, que ha sido muy moderado en sus expresiones, sí.
La derecha y ultraderecha está desmadrada y se atreven atacar hasta al Papa. Creo que los obispos deberían tomar con ellos algunas medidas, como denunciarlos públicamente, quitarles la careta de falsos cristianos y hacer ver ante todo el Mundo que serán políticos, pero no cristianos, cuando muchos de ellos presumen de serlos y les gusta aparecer en primer lugar en las manifestaciones religiosas, porque ellos utilizan la religión para sus fines políticos.
Y no se puede ser cristiano cuando se fomentan actitudes racistas y xenófobas o contra los derechos de los homosexuales, entre otros, porque Jesús acogía a todos.