“El autoproclamado ‘gobierno más progresista de la historia’ ha demostrado tanto en política interior como en la exterior, ser el mejor lacayo de los intereses del capital y del imperialismo”
“La Cumbre de la OTAN del próximo mes de junio, con la prevista inclusión de Finlandia y Suecia, será un paso decisivo en la escalada militar”
“El fascismo es un producto directo del capitalismo y el imperialismo”
“El capitalismo como sistema no aporta solución alguna para la vida de los pueblos. Y ahora menos que nunca. Su única salida es la destrucción y la guerra”
“La única respuesta a esta situación, preludio objetivo de estallidos sociales, es el mantenimiento de toda la legislación represiva de épocas anteriores”
“Existe una internacional terrorista que vincula los aparatos del Estado, las organizaciones fascistas y la OTAN”
“La opinión pública está adormecida y disciplinada por la imposición del discurso único y que además se mantiene sin cuestionamiento por la izquierda institucional”
“Esa gobernanza global que pretenden requiere, por encima de todo, el control social ante un escenario de agudización de las desigualdades sociales”
Ángeles Maestro, médica y comunista, acudirá a Bilbao el 28 de abril de la mano de Sare Antifaxista, en Zirika Herri Gunea. En el encuentro nos hablará de la Cumbre de la OTAN y la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha vuelto a poner la crisis en primer término. Como siempre, la clase trabajadora será la perjudicada. En esta entrevista avanza algunos temas esenciales de lo que nos trae un mundo dirigido por Estados Unidos y la OTAN con los gobiernos sumisos de Europa. El control de los medios de comunicación, el control social (ensayado con el Covid) y un aumento de la represión y recortes en la libertad de expresión es lo que nos espera en un futuro, que ya está aquí, donde un capitalismo en crisis intentará despedazar la respuesta social y obrera.
El Gobierno de Sánchez, el más progresista de la historia como se autodenomina, parece que quiere ser el alumno más aventajado de la OTAN. ¿Qué significa y qué fines tiene organizar en Madrid la Cumbre de la OTAN a final de junio?
A estas alturas, el autoproclamado “gobierno más progresista de la historia” ha demostrado tanto en política interior, como en la exterior, ser el mejor lacayo de los intereses del capital y del imperialismo.
El PSOE ha cumplido históricamente ese papel. Desde su victoria electoral en 1982 con el lema “OTAN, de entrada no”, pasando por la farsa del Referéndum de 1986 con el incumplimiento de todas y cada una de las condiciones para el Sí, hasta su protagonismo en la destrucción de la República Federal de Yugoslavia con Javier Solana como secretario general de la Alianza y en tantas otras ocasiones ha servido sin vacilar a los intereses del imperialismo. Y lo ha hecho con mayor eficacia que el PP, dado que, además, sus siglas han servido y sirven para amortiguar la movilización popular.
Ahora Unidas Podemos, refuerza el papel infame de la izquierda española, incluidos los grandes sindicatos, y también de las izquierdas independentistas -por activa o por pasiva- como fieles servidores del imperialismo, tanto de la UE como de EEUU.
La Cumbre de la OTAN del próximo mes de junio, con la prevista inclusión de Finlandia y Suecia, será un paso decisivo en la escalada militar que anuncia una posible guerra con Rusia que, evidentemente, tendrá a Europa como escenario.
El control de Europa por parte de EEUU, objetivo prioritario de la OTAN desde su creación, en el camino ahora hacia lo que podría ser una gran conflagración con Rusia y China, ha arrasado todo vestigio de independencia política de la UE y, como ha ocurrido históricamente, cuenta con el apoyo entusiasta de la socialdemocracia.
Con el conflicto entre Ucrania y Rusia, debido a que no se garantizaba la independencia de Donbass y Lugansk, la OTAN está jugando un papel preferencial, ¿recobra su protagonismo y Europa se arrodilla?, ¿por qué crees que ocurre así?
Es imposible entender lo que está sucediendo si no se analizan los sucesos concretos como éste en el marco general de la monumental crisis capitalista actual, que es el eslabón final de un largo hundimiento y que, con subidas y bajadas de las que no se recupera, tiene lugar desde los años 70 del siglo pasado.
El capitalismo como sistema no aporta solución alguna para la vida de los pueblos. Y ahora menos que nunca. Su única salida es la destrucción y la guerra. Ese es el “Gran Reseteo” que anunciaba el Foro de Davos en sus reuniones de 2020 y 2021.
La gestión de la pandemia, y los diversos mecanismos de control social, sin respaldo científico alguno, implementados por todos los gobiernos, han supuesto un gran ensayo de dominio general de las sociedades, sobre todo en la UE y en EEUU. El ejército y la policía en las calles de todos los pueblos y ciudades, el confinamiento masivo, los pases Covid, la compulsión a la vacunación y el enfrentamiento entre la gente, dirigidos con eficacia evidente desde el pensamiento único impuesto por los medios de comunicación, han constituido un eficaz experimento de dominación social.
El siguiente paso es la militarización y la guerra.
En este escenario, los tímidos intentos de independencia política de una UE sin apenas respaldo militar y sometida a la OTAN, han sido arrasados.
El programa de dominación del Foro de Davos, se está implementando -nunca mejor dicho- con disciplina militar. Ante la mayor crisis que ha conocido el capitalismo en su historia se está produciendo la destrucción a gran escala de la pequeña y mediana empresa, intensificada ahora con las repercusiones de las sanciones a Rusia, que están cayendo como una losa sobre la UE. Y si la hecatombe no ha afectado todavía a las empresas de mayor tamaño ha sido por la transferencia masiva de fondos desde la clase trabajadora a las mismas, por los recortes y privatizaciones de servicios públicos, la precariedad galopante y el incremento brutal de los precios.Todo ello sin que este Gobierno, ni ningún otro, hayan hecho otra cosa que favorecerlo sin mover un dedo ante la degradación masiva de las condiciones de vida: más de seis millones de personas con ingresos inferiores a los 355 euros al mes y el paro juvenil más alto de la UE junto a Grecia.
La única respuesta a esta situación, preludio objetivo de estallidos sociales, es el mantenimiento de toda la legislación represiva de épocas anteriores -pese a todas sus promesas- y la modificación de la Estrategia de Seguridad Nacional (aprobada el 20 de diciembre de 2021) con la inclusión de la censura en redes sociales.
Estos instrumentos de control social, ensayados en la gestión del Covid, son los mismos que ahora vemos manifestarse en el conflicto de Ucrania. El miedo, la censura y el soborno aseguran una opinión pública zombi y sometida que, junto al debilitamiento y a la desarticulación de las organizaciones populares, aseguran -como ya analizaba el Foro de Davos- la construcción de sociedades capaces de aceptar el paro y la precariedad masivos.
El miedo como gran mecanismo de control, la represión, la militarización y la guerra es la única respuesta del capital a su gigantesca crisis.
El papel de la OTAN en el conflicto entre Ucrania y Rusia, que lleva décadas cercando militarmente a esta última, es sólo una primera puesta en escena de la nueva guerra a gran escala que se avecina.
Es evidente que Estados Unidos y la OTAN le da igual que el Gobierno de Ucrania esté asentado con militares fascistas, hace unos días publicamos en Sare Antifaxista una entrevista al historiador/investigador Pablo Alcántara por su libro “La secreta de Franco. La Brigada Político Social durante la Dictadura”, que confirma que “La Brigada Político Social nace de la propia Gestapo, pero después colabora y se forma con la CIA”, ¿les da igual con tan de “gobernar” o intentar ser los dueños del mundo?
El fascismo es un producto directo del capitalismo y el imperialismo. Los grupúsculos de ideología nazi crecen cuando son financiados, entrenados y organizados por el capitalismo contra procesos revolucionarios y como fuerza de choque para la guerra sucia. Como bien decís, la dictadura en España, los golpes de estado en América Latina, la colaboración con organizaciones integristas en Oriente Próximo y en África, la colaboración científica y militar de EEUU con los fascistas después de la II Guerra Mundial -los laboratorios de armas biológicas muestran una continuidad con los experimentos nazis- son buena muestra.
Pero hay más. Desde el final de la II Guerra Mundial, como describe detalladamente el historiador suizo Gabriele Ganser en su libro “Los ejércitos secretos de la OTAN”, hay una colaboración estrecha, sobre todo en Europa, entre las organizaciones fascistas, los servicios secretos de cada país y la OTAN en multitud de atentados que han ocasionado miles de muertos y heridos. La red Gladio en Italia, los asesinatos de Montejurra, los de la matanza de abogados laboralistas en Atocha, la penetración fascista y sionista en las diferentes policías (Chile, Colombia y más cerca, las policías autonómicas y estatales de aquí) muestran cómo existe una internacional terrorista que vincula los aparatos del Estado, las organizaciones fascistas y la OTAN.
El entrenamiento, la financiación y el armamento de organizaciones fascistas por parte de la OTAN y de nuestros gobiernos en Ucrania, es una muestra más. Y, por cierto, el hecho de que el pueblo ruso, bielorruso y el de la Ucrania antifascista, apoyen decididamente la “desnazificación” emprendida por el ejército ruso, es el resultado directo de la memoria histórica de las masacres masivas llevadas a cabo por esas mismas organizaciones en sus territorios durante la II Guerra Mundial.
Algunos datos indican que en Europa hay desplegados 100.000 soldados de Estados Unidos, 40.000 a las órdenes de la OTAN, ¿estamos “invadidos” por Estados Unidos?
La Unión Europea desde el final de la II Guerra Mundial, en el plano militar, y ahora también en el político, es un apéndice de la OTAN, comandada por EEUU y al servicio de sus intereses.
Los ejércitos de cada Estado europeo, incluido por supuesto el del Estado español, están formados, entrenados y dirigidos fundamentalmente por la OTAN, es decir, por EEUU. Además, por supuesto, está la presencia militar directa del ejército de EEUU en Europa, en sus bases militares y con el armamento decidido por la OTAN. No existe soberanía militar alguna. Desde las bases militares de Alemania, Italia, y desde luego desde las del Estado español, se han bombardeado países como Libia, Iraq, Yugoslavia, etc.
No es que estemos invadidos por EEUU. Somos parte de la estructura militar de la OTAN, dirigida por EEUU. Además de la presencia militar directa de EEUU, nuestro ejército, responde a sus órdenes.
¿Crees que el Gobierno español ha aunado, orientado u obligado a los grandes medios de comunicación a mantener un único relato, después de que la Comisión Europea impidiera a RT y Sputnik News difundir sus noticias, lo que es un atentado sin precedentes contra la libertad de expresión? ¿Crees que la población va a despertar de este letargo de no responder a todas las imposiciones y aventuras militares del Gobierno?
No se trata sólo del bloqueo a RT y a Sputnik News. El control y la censura sobre los medios de comunicación y sobre las redes sociales es mucho más devastador y más amplio.
Aunque la relación de los grandes medios de comunicación con la oligarquía capitalista era bien conocida desde hace tiempo, nunca como ahora la gran burguesía ha demostrado su capacidad para controlarlos todos de forma absoluta.
Precisamente en relación con el control de la información sobre la pandemia Covid se pone en marcha la Iniciativa de Noticia de Confianza (TNI) con todos los grandes medios de comunicación. Sus integrantes se alertan inmediatamente de la presencia de contenido inadecuado, el cual «se revisará con prontitud para garantizar que no se vuelva a publicar la desinformación«. Es decir, se elimina.
La red global de control de los medios de comunicación creada por la TNI se coordina en cada Estado con socios locales. En el Estado español, la Agencia EFE, Newtral y Maldita forman parte de la International Fact-Checking Network (IFCN), asociación que constituye el núcleo principal del equipo encargado de detectar noticias «perniciosas» en estrecha colaboración con Facebook/Whatsapp y Google/Youtube. Efe, Newtral y Maldita califican como falsa, fake, toda información emitida en cualquier parte del mundo que cuestione la versión imperante.
Este mecanismo de control de medios de comunicación está al servicio de los grandes centros de poder económico del mundo que, precisamente en torno a la pandemia Covid, han dado pasos de gigante en la centralización de los resortes fundamentales del capital.
En el Estado español, la financiación por parte de las grandes empresas de los medios de comunicación se mantiene oculta con la connivencia del poder político, en este caso, con la complicidad del Gobierno «progresista»: “el único punto en el que no hubo consenso para firmar el código ético de las empresas del Ibex-35 fue el de hacer pública su inversión en los medios de comunicación”.
En este momento, las empresas más cotizadas en bolsa en el mundo son las cinco tecnológicas: Alphabet (Google), Amazon, Facebook, Apple y Microsoft, conjunto conocido como GAFAM. No es necesario insistir en el enorme poder que concentran, pero, por dar un dato, Facebook declaraba tener en 2019, 1,56 mil millones de usuarios diarios.
Es importante destacar que los mayores Fondos de Inversión del mundo -Vanguard Group, BlackRock, State Street Corporation, Fidelity Management and Research (FMR), Geode Capital Management, y Northern Trust Corporation, a su vez interpenetrados-, controlan gran parte del accionariado de las GAFAM, es decir, de Alphabet (Google), Amazon, Facebook, Apple y Microsoft. Además, Blackrock, Vanguard y State Street coinciden tanto en el accionariado de las nuevas empresas con mayor valor en bolsa como en los tradicionales conglomerados mediáticos: Time Warner, Comcast, Disney y News Corporation.
Estos fondos de inversión no sólo controlan la producción de información y la creación de opinión a través de estos gigantes de la comunicación, sino que, desde noviembre de 2020, Blackrock y otro gran fondo de inversión, CVC, se convirtieron en los mayores propietarios del Grupo Prisa, incluido El País y la Cadena SER, al comprar su deuda por un valor de más de 1.000 millones de euros. Además, Blackrock es propietaria de parte importante del accionariado de los principales conglomerados mediáticos del Estado español como el grupo Atresmedia, propietario de Antena 3 y la Sexta, y del grupo Mediaset, propietario de Cuatro y Telecinco.
Por otra parte, el 28 de diciembre de 2021, el gobierno PSOE-UP aprobó el Real Decreto 1150/2021 por el que modifica, antes de lo previsto, la Estrategia de Seguridad Nacional. El motivo aducido es poner coto a la «desinformación» y a la «manipulación» y, en general, a todo lo que considere «campañas de desinformación», que «no contienen necesariamente noticias falsas, sino que pretenden distorsionar la realidad mediante contenido manipulado«.
En la Disposición adicional segunda el Gobierno se autoatribuye la capacidad «dictar cuantas disposiciones sean necesarias para el desarrollo de este Real Decreto». Todo ello con el objetivo de poner coto a las campañas de desinformación a las que atribuye «la voluntad de generar confusión y socavar la cohesión social; el uso coordinado de distintos medios para la creación y difusión de contenidos dirigidos a audiencias amplias; la intención maliciosa con fines de desprestigio o influencia sobre el objetivo del ataque«.
El Gobierno se constituye así en el Gran Censor de todo aquello que él mismo considere, en el ámbito de la información, atentatorio contra la Seguridad Nacional. No bastan la Ley Mordaza, ni la legislación antiterrorista, ni las múltiples leyes represivas vigentes. No es suficiente que la burguesía controle todos los grandes medios de comunicación, con los mecanismos censores anteriormente descritos. Se da ahora un paso decisivo contra la libertad de expresión, extendiendo, al más puro estilo del imperialismo estadounidense, el concepto de Seguridad Nacional al ámbito de la libertad de información, una de las principales libertades democráticas burguesas. Libertades y derechos que, como bien sabemos, se volatilizan en todas las grandes crisis y mucho más ante un escenario de guerra.
La opinión pública está adormecida y disciplinada por la imposición del discurso único -cada vez más convertido en propaganda de guerra- y que además se mantiene sin cuestionamiento por la izquierda institucional. La intervención de Zelenski en el Congreso es una buena muestra.
La clase obrera y las clases populares sólo entrarán en escena cuando el deterioro de sus condiciones de vida se haga insoportable. Y eso es lo que teme el poder y a ello responden los mecanismos de represión y militarización cuya dureza y extensión serían incomprensibles en un momento de paz social como el actual.
Teniendo en cuenta que las bases norteamericanas y de la OTAN son territorio extranjero y pueden ser objetivo militar de los países que son atacados por parte de la OTAN, ¿estamos en guerra, nos han metido, de nuevo en una guerra PSOE y PP?
Es evidente que el escenario de la nueva guerra que se prepara será Europa. Igual que lo fue en la II Guerra Mundial. El control que actualmente ejerce EEUU sobre Europa le posibilita que la carne de cañón fundamental la pongan nuestros pueblos. Y no son suposiciones. Alemania está hablando de volver a imponer el servicio militar obligatorio. Ante esta situación, en la que levas generales en la UE no son, ni mucho menos descartables, hay organizaciones como Berro Seco en Galicia que están promoviendo entre la juventud la objeción de conciencia al servicio militar..
No sólo PP y PSOE nos están metiendo en una guerra de gravísimas consecuencias. Quienes callan, incluidas las organizaciones de la supuesta izquierda que colaboran, activa o pasivamente, en la manipulación informativa que nos arrasa y que promueve la militarización, son también cómplices.
El “no a la guerra” hipócrita, que ignora tanto este escenario promovido por la OTAN, como la resistencia de la Ucrania antifascista frente a los nazis armados por ella -está blanqueando la complicidad de los gobiernos, como el del PSOE-Unidas Podemos- con la Alianza más criminal de la historia y con un escenario de guerra que será devastador para nuestro pueblos.
Yendo a la crisis que se deriva del conflicto Ucrania-Rusia, como siempre lo pagan/pagamos las clases populares, la clase trabajadora y los más pobres, nos dicen que no hay dinero, pero las inversiones en armas crecen y se transfieren a Ucrania fondos y armas por un tubo, ¿nos están tomando el pelo?
Uno de los aspectos más siniestros de este proceso que engarza con la reconfiguración del capitalismo que pretende la gran oligarquía mundial, y que al mismo tiempo puede ser su talón de Aquiles, es el rápido hundimiento de las estructuras productivas y sus devastadoras consecuencias sobre la clase trabajadora y sobre la pequeña y mediana empresa.
Al igual que en la guerra, EEUU toma las decisiones, promueve las sanciones contra Rusia, y las consecuencias las pagamos los pueblos de Europa. Los gobiernos de la UE las aplican disciplinadamente, en contra de los intereses de sus pueblos y de sus empresas.
Uno de los objetivos fundamentales de EEUU al crear las condiciones que hicieran inevitable la operación militar de Rusia en Ucrania era paralizar la puesta en funcionamiento del Nord Stream II. Este gaseoducto, ya completamente construido, fue promovido conjuntamente por Alemania y Rusia, con la participación de las principales empresas energéticas europeas. Tenía como objetivo hacer llegar directamente al puerto alemán de Greifswald 55.000 millones de metros cúbicos al año de gas ruso desde San Petersburgo.
La paralización de este suministro, un 40% más barato y de mejor calidad que el proporcionado por EEUU procedente del fracking, y que además es insuficiente para las necesidades europeas, es un gran negocio para USA y un harakiri para la UE. Sólo este hecho, junto a las sanciones a Rusia que impiden además la compra de petróleo a ese país, y que está detrás del encarecimiento brutal y creciente de la energía en la UE, da cuenta en el plano económico de su completa subordinación a los intereses yankis, estrictamente en contra de los propios.
A todo ello hay que añadir el hundimiento de las empresas que exportaban sus productos a Rusia y las que importaban diferentes suministros de ese país.
A esta situación se suma en el caso del Estado español, la decisión incomprensible del Gobierno PSOE-Unidas Podemos de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sahara. Incomprensible, sino es por la sumisión lacayuna del Gobierno del PSOE-Unidas Podemos a EEUU. A la traición infame al pueblo saharahui, que coloca a este gobierno al nivel de la dictadura franquista, hay que añadir la hipoteca de los intereses propios, ante la más que previsible decisión de Argelia de aumentar los precios del gas y de cortar el suministro a medio plazo.
El futuro es ya muy negro para millones de personas que viven en una situación límite, por el desempleo creciente, la precariedad y el encarecimiento insoportable de la energía y de otros productos de primera necesidad. La destrucción de empresas que se avecina y el avance de los procesos de digitalización y robotización convertirán a la mayor parte de la fuerza de trabajo actual en obsoleta.
A esta debacle general del capitalismo, que es económica, social y medioambiental, es a la que pretende responder el Foro Económico Mundial con el Gran Reinicio del capitalismo. Esa gobernanza global que pretenden requiere, por encima de todo, el control social ante un escenario de agudización de las desigualdades sociales para lo que se instauraría una renta básica universal de superviviencia destinada a evitar levantamientos populares.
Como el Foro de Davos ha anunciado debería producirse una centralización de los sistemas económicos, monetarios, tecnológicos, médicos, genómicos, ambientales, militares y de gobierno. En ese camino de control poblacional, juega un papel decisivo la instauración de pasaportes médicos digitalizados, que incluyan la historia clínica y la composición genética. Como ellos mismos han indicado la experiencia de la pandemia Covid muestra que, con las dosis adecuadas de miedo, censura y manipulación informativa, las poblaciones podrían soportar medidas que sólo podrán aceptar en situación de guerra.
Esta constatación ha llevado al Foro de Davos a plantear la aceleración de la “Agenda 20-30”, cuya implementación recae en la Vicepresidencia del Gobierno adjudicada al secretario general del PCE Enrique Santiago, mediante la cual, como cínicamente afirman, no tendremos nada pero seremos felices.
Además, ahora, como estamos viendo, la militarización y la guerra facilitan el proceso diseñado, que a su vez camina hacia una confrontación abierta con Rusia y China.
¿Qué hacer?
Lo primero es analizar el desarrollo y la concatenación de los procesos en curso, que la ideología dominante nos muestra como aislados y fragmentados, para poder constatar la unidad esencial que causa tanto sufrimiento humano evitable.
A continuación es preciso formular algunas preguntas clave:
¿Tiene alguna lógica seguir esperando soluciones de partidos que son cómplices del desastre que se avecina, que objetivamente actúan en función de supuestos objetivos electorales y que apenas ocultan su interés en mantener sus poltronas?
Si somos conscientes de la barbarie que se anuncia y ante la previsible explosión popular, que será masacrada ante la ausencia de organización y de proyecto alternativo, ¿podemos esperar con los brazos cruzados y simplemente lamentarnos de lo criminales que son nuestros enemigos?
¿No ha llegado el momento de construir organizaciones obreras y populares que, tras analizar los planes del imperialismo y de los gobiernos a su servicio, sean capaces de enfrentar sus planes?
El capitalismo está en bancarrota, pero el poder sigue en sus manos. Sólo la construcción de un poder alternativo, más fuerte que el suyo, asegura la vida. Otras y otros se atrevieron a hacer lo necesario.
Socialismo o barbarie.