A día de hoy se han notificado un total de 41.688 fallecimientos por COVID-19 desde el inicio de la pandemia, 435 de los cuales se han producido durante los dos últimos días. Esto supone un nuevo récord en esta segunda ola que ha provocad más de 13.000 nuevos casos desde este lunes. Unos datos que siguen siendo preocupantes pero que, en palabras de Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), muestran cierta “estabilización” y descenso de casos de COVID-19.
La tasa media de incidencia sigue un curso descendente, situándose en estos momentos en algo más de 465 casos por cada 100.000 habitantes, cifra que dista mucho aún de los 250 establecidos como “situación de alto riesgo”. Según Simón “Los meses de frío puede que impliquen un incremento de transmisión. El objetivo no es empezar a bajar, sino estar en niveles de transmisión lo suficientemente bajos como para saber que tenemos la epidemia controlada”.
Por Comunidades Autónomas, la peor parte se la lleva en estos momentos Asturias, donde la tasa de incidencia sigue aumentando. En este sentido Simón confía en poder parar esta tendencia ascendente sin tener que llegar al confinamiento domiciliario en la región, aunque no descarta “ningún escenario”.
En cuanto al número de fallecidos durante la última semana, Sanidad ha notificado un total de 1.247 situando el total de muertes por la pandemia en más de 41.680. Las Comunidades Autónomas más castigadas en este sentido han sido Andalucía y Aragón con 202 y 174 decesos respectivamente.